Los dispositivos electrónicos, pese a su tamaño compacto, contribuyen de manera significativa al cambio climático debido a su proceso de producción y consumo energético.

La huella de carbono durante su ciclo de vida

Un informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA) reveló que hasta el 85% de las emisiones de un dispositivo electrónico ocurren antes de llegar al consumidor, principalmente debido a:

1. Minería y extracción de materiales: La producción de una batería de litio genera hasta 74 kg de CO₂ por kilovatio-hora debido a la energía intensiva requerida.
2. Fabricación: En promedio, la fabricación de un teléfono inteligente emite 85 kg de CO₂, mientras que una computadora portátil puede emitir entre 200 y 300 kg.
3. Consumo energético: El uso cotidiano también contribuye al impacto. Los centros de datos y las redes necesarias para el funcionamiento de dispositivos conectados generan aproximadamente el 1% de las emisiones globales.

Comparación con otras industrias

El sector tecnológico representa el 2-3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, comparable a la aviación comercial. Este porcentaje está creciendo debido a la creciente demanda de dispositivos y servicios digitales.

Cambios hacia la sostenibilidad

• Energías renovables: Empresas como Google y Microsoft están adoptando energías limpias para alimentar sus centros de datos.
• Durabilidad y reparabilidad: Fabricar dispositivos más duraderos y fáciles de reparar podría reducir significativamente las emisiones. Un teléfono con una vida útil extendida en un año puede disminuir su impacto en un 30%.